El precio de la mezcla mexicana de exportación repuntó este miércoles 3%, en línea con sus pares internacionales, al regresar al primer plano los efectos de las tensiones geopolíticas.
En los mercados globales, los precios del petróleo avanzaron por la creciente perspectiva de nuevas sanciones occidentales contra Rusia; incluso, pese a los visos de progreso en las conversaciones de paz entre Moscú y Kiev.
Los mercados especulan que la conclusión del conflicto bélico estaría lejos de concluir. Igualmente, especulan que las fuerzas rusas tardarían en salir del este de Ucrania.
Este miércoles, las fuerzas rusas bombardearon la periferia de Kiev y una ciudad asediada en el norte de Ucrania. Lo anterior, un día después de anunciar que reduciría sus operaciones en la zona; lo que Occidente consideró como una táctica de reagrupación tras las grandes pérdidas sufridas.
El anuncio de un confinamiento en Shanghai, que afectará a 26 millones de personas, ofrece cierto freno a los precios del petróleo.
En este contexto, de acuerdo con Pemex, el precio de la mezcla mexicana de exportación avanzó 3.05 dólares, es decir, 3.02%, para cerrar en 104.04 dólares por barril.
El 8 de marzo, la mezcla cerró en 119.62 dólares por barril, su precio más alto desde julio de 2008. En lo que va del año, el insumo acumula una ganancia de 46% frente al precio de 71.29 dólares registrado al cierre de 2021.
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En el mercado de Londres, el crudo Brent ganó 3.22 dólares, equivalente a 2.9%, para cerrar en 113.45 dólares por barril. El 8 de marzo, el crudo Brent escaló hasta 139 dólares, su mayor precio desde 2008.
Mientras en Nueva York, el crudo WTI avanzó 3.58 dólares, es decir, 3.43%, para concluir en 107.82 dólares por barril.
Analistas estiman que los precios del petróleo podrían estabilizarse sobre los 100 dólares, a la espera de la evolución del conflicto en Europa del Este.
Rystad Energy estimó que el crudo Brent podría llegar a 240 dólares en este verano si el conflicto se prolonga y los países continúan sancionando las importaciones rusas. Vladimir Putin fue más ambicioso y advirtió que el petróleo podría escalar hasta 300 dólares.