El precio de la mezcla mexicana de exportación alargó el jueves su espiral negativa, en línea con sus pares internacionales, para acumular una merma de 20% en las últimas 4 semanas.
En los mercados internacionales, los precios del petróleo continúan moviéndose debajo de la marca psicológica de los 100 dólares. La especulación de una fuerte desaceleración de las principales economías del mundo ha golpeado a los activos de riesgo. Incluso, el fantasma de una recesión deambula por algunas economías.
Los inversores han estado desprendiéndose de coberturas largas de petróleo por el temor a que las agresivas alzas de tasas de interés, por contener la inflación, frenen el crecimiento económico y la demanda de hidrocarburos.
Adicionalmente, los reportes de una variante de Covid-19 más transmisible en China, el mayor importador de hidrocarburos, ejerce presión adicional.
Incluso, la especulación de una nueva recaída de la economía global ha dejado en segundo plano la invasión de Rusia a Ucrania. El conflicto geopolítico en Europa del Este, que inició a finales de febrero, ha generado una escasez de suministros en esa región y había disparado los precios del petróleo cerca de máximos históricos.
En este contexto, el precio de la mezcla mexicana de exportación acumula una caída de 20% desde el 13 de junio, cuando cerró en 115.06 dólares. Este jueves, el insumo mexicano cerró en 90.87 dólares por barril, su precio más bajo desde el 16 de marzo. En la sesión del jueves perdió 50 centavos de dólar, es decir, 0.54%.
A pesar de la tendencia bajista, el precio de la mezcla aún acumula una ganancia de 28% en lo que va del año, con relación al precio de 71.29 dólares registrado al cierre de 2021. Cabe recordar que, el 8 de marzo de 2022, la mezcla escaló a 119.62 dólares por barril, su precio más alto desde julio de 2008. En ese momento alcanzó una ganancia en el año del 60%.
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En Londres, el crudo Brent para septiembre perdió 0.5% para cerrar en 99.10 dólares el barril, un mínimo desde el 11 de abril. Cabe recordar que el 8 de marzo, el Brent saltó a 139 dólares, su mayor precio desde 2008. Mientras en Nueva York, el crudo WTI descendió 0.5% para cerrar en 95.78 dólares el barril.
Citigroup advirtió la semana pasada que el precio del petróleo podría desplomarse hasta 65 dólares por barril a finales de este año. Incluso, alertó que el barril del oro negro podría caer hasta los 45 dólares a finales de 2023 si se produce una fuerte recesión.
Esa proyección contrasta con las expectativas de hace 4 semanas. A mediados de junio, Goldman Sachs estimó que el precio del crudo Brent podría escalar a los 140 dólares. A finales de abril, JPMorgan advirtió que el precio del crudo Brent podría escalar hasta 185 dólares el barril en caso de una fuerte escasez de petróleo.
