La importancia de un cuerpo policíaco nacional: Por Lic. Alejandro Desfassiaux, Director General de GMSI
En pocas palabras, la policía es el cuerpo encargado de mantener el orden público y la seguridad de los ciudadanos. Es la cara visible del sistema de procuración de justicia y, por tanto, su eficacia y eficiencia impactan directamente en la percepción general de justicia.
Al respecto, según datos del INEGI, en cuanto al nivel de confianza en autoridades, 90.1% de la población identifica a la Marina como la autoridad que mayor confianza le inspira, seguida del Ejército con 87.2 por ciento. En tanto, la policía de investigación cuenta con tan solo 59.1% de nivel de confianza. Mientras, la policía estatal, un 58.4%; la policía preventiva municipal, 55.7%; y en último lugar, la policía de tránsito, con 47%.
Aquí es importante acotar que no es posible que una sola entidad sea la única responsable de hacer cumplir todos los aspectos de la ley. De hecho, existen varios organismos de diferentes niveles con responsabilidades concurrentes. Además, existen otros cuerpos de seguridad que se encargan de tareas específicas, como aduanas o policía migratoria.
También, es posible que las fuerzas militares participen en algunos aspectos de la seguridad pública. Esto suele presentarse en aquellas regiones donde no existe confianza en las policías locales, o la presencia del crimen organizado se ha incrementado, y se requieren resultados en el corto plazo.
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Sin embargo, es importante señalar que una estrategia de seguridad requiere de un cuerpo policíaco nacional que pueda apoyar efectivamente a las policías locales. Para lograrlo, es preciso un enfoque integral, que se nutra de información estadística confiable y actualizada para poder tomar decisiones basadas en evidencia.
Además, se requiere infraestructura, recursos materiales, financieros y humanos, capacitación y un andamiaje que favorezca el intercambio de información en todos los niveles. Y, sobre todo, un número suficiente efectivos debidamente entrenados y capacitados.
Contar con lo anterior no basta, se deben crear paralelamente mecanismos de vigilancia, supervisión y desempeño de actividades. Al tiempo que se deben desarrollar procesos de gestión basados en resultados.
En resumen, una estrategia de seguridad requiere de un cuerpo policíaco nacional que pueda apoyar efectivamente a las policías locales. Para lograrlo, es preciso un enfoque integral, que se nutra de información estadística confiable y actualizada para poder tomar decisiones basadas en evidencia.
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