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La creciente importancia del GNL: mercados en expansión y nuevas dinámicas

La creciente importancia del GNL: mercados en expansión y nuevas dinámicas

La creciente importancia del GNL: mercados en expansión y nuevas dinámicas

Por Rubí Alvarado

 

CERAWeek destaca los desafíos y oportunidades en un mercado en transformación

 

En la conferencia “LNG: Growing markets and new dynamics” realizada durante CERAWeek, quedó de manifiesto que el Gas Natural Licuado (GNL) atraviesa un periodo de cambios significativos, impulsados en gran medida por el crecimiento de la demanda en economías emergentes y la transición energética en mercados más desarrollados.

 

Este entorno de transformación plantea retos y oportunidades para la industria, desde la necesidad de asegurar el suministro y el financiamiento de grandes proyectos de infraestructura, hasta la implementación de tecnologías que reduzcan la huella de carbono en todas las etapas de la cadena de valor.

 

Durante la sesión, varios expertos compartieron sus puntos de vista: Tania Ortiz Mena, Presidenta de Sempra Infrastructure; Zhi Xin Chong, Senior Director en S&P Global Commodity Insights; Izumi Kai, Chief Executive Officer de JERA Asia; y Ganesh Ramaswamy, Executive Vice President, Industrial & Energy Technology para Baker Hughes. El enfoque de todos ellos giró en torno a cómo los mercados de GNL demandan seguridad de suministro, precios competitivos y soluciones bajas en carbono, así como la relevancia de un mayor involucramiento gubernamental para dar certidumbre regulatoria.

 

 

El impulso de la demanda global y la búsqueda de seguridad de suministro

 

El mercado global del GNL está experimentando un incremento notable de la demanda, no solo en las economías industrializadas sino también en las emergentes. Según las proyecciones debatidas en CERAWeek, países como la India, Bangladesh, Vietnam, Tailandia y Filipinas muestran un continuo crecimiento en su consumo de energía, mientras que sus reservas locales de gas natural disminuyen. Esta brecha creciente se traduce en un espacio cada vez mayor para las importaciones de GNL.

 

En este sentido, Izumi Kai, CEO de JERA Asia, destacó: “La demanda energética en muchas naciones asiáticas crece alrededor de un 5% o 6% anual, al tiempo que sus reservas domésticas de gas natural se agotan. Esto significa que el GNL cobra un papel crucial para satisfacer el consumo en continuo ascenso”.

; Izumi Kai, Chief Executive Officer de JERA Asia
; Izumi Kai, Chief Executive Officer de JERA Asia

Gran parte de la discusión se centró en la relevancia de la seguridad de suministro. Según los expertos, los compradores buscan no solo precios competitivos sino una garantía de entrega sostenida a largo plazo. Tanto las empresas como los gobiernos están evaluando firmar contratos a largo plazo y ampliar infraestructuras de importación, como terminales y gasoductos. La construcción de gasoductos desde Estados Unidos a México, por ejemplo, ilustra cómo la conexión física de las fuentes de gas con los centros de demanda puede detonar el crecimiento económico en regiones enteras.

 

Infraestructura y financiamiento: la clave del éxito en mercados emergentes

 

Para que el GNL pueda integrarse plenamente en los mercados que más lo necesitan —particularmente en Asia y zonas en desarrollo—, la construcción de infraestructuras es un factor determinante. Terminales de regasificación, redes de distribución y gasoductos son proyectos de gran envergadura que requieren miles de millones de dólares y, sobre todo, certeza regulatoria y contractual.

 

Al respecto, Tania Ortiz Mena, Presidenta de Sempra Infrastructure, explicó: “En el caso de México, por ejemplo, el acceso a gas natural a través de grandes ductos que importan desde Estados Unidos ha provocado que la industria se instale a lo largo de dichas rutas, generando crecimiento económico en cada región que se conecta a esta infraestructura. La clave está en la claridad regulatoria y en la visión de largo plazo: una vez que construyes un gasoducto, éste permanece por 30, 40 o 50 años”.

Tania Ortiz Mena, Presidenta de Sempra Infrastructure
Tania Ortiz Mena, Presidenta de Sempra Infrastructure

El reto, sin embargo, no termina con la construcción de infraestructura. Proyectos de esta magnitud deben acompañarse de acuerdos firmes para garantizar el retorno de inversión y la operación eficiente. En muchos países emergentes, la dificultad de establecer garantías financieras y la volatilidad política complican aún más la ejecución de estos planes. Aun así, las oportunidades de crecimiento, sobre todo en Asia, son palpables.

 

La transformación del escenario comercial y contractual

 

Tradicionalmente, los contratos de GNL tenían un enfoque más rígido, con cláusulas de destino específico y plazos muy largos. No obstante, en la última década, han surgido modelos contractuales más flexibles y con indexaciones de precio distintas, lo que ha permitido a los compradores diversificar sus fuentes de suministro y responder con mayor agilidad a la volatilidad del mercado.

 

Para Zhi Xin Chong, Senior Director en S&P Global Commodity Insights, esta tendencia seguirá acentuándose: “Los compradores están buscando contratos de GNL que brinden seguridad pero también la flexibilidad necesaria para cambiar volúmenes o destinos según las fluctuaciones de la demanda. De cara al futuro, vemos un mercado más abierto e indexaciones más diversas que podrían propiciar mayor transparencia y competitividad en los precios”.

Zhi Xin Chong, Senior Director en S&P Global Commodity Insights
Zhi Xin Chong, Senior Director en S&P Global Commodity Insights

 

Asimismo, surge la interrogante sobre la diferenciación de carga según su huella de carbono. Europa parece dispuesta a pagar una prima por el GNL que se haya producido con menores emisiones de CO₂ o que incorpore soluciones de captura de carbono. La pregunta radica en si Asia, particularmente en su segmento emergente, está dispuesta o puede pagar esa diferencia.

 

Tecnologías emergentes: digitalización, eficiencia y descarbonización

 

La búsqueda de soluciones más limpias y eficientes ha propiciado el desarrollo de nuevas tecnologías en toda la cadena de valor del GNL. La digitalización, el Internet de las Cosas (IoT) y el uso de software avanzado permiten optimizar procesos de licuefacción, transporte y regasificación, reduciendo pérdidas energéticas y emisiones fugitivas. Adicionalmente, se están investigando vías para adoptar la captura de carbono y la producción de hidrógeno azul y verde vinculada a instalaciones de GNL.

 

Ganesh Ramaswamy, Executive Vice President en Baker Hughes, recalcó: “Estamos desarrollando suites tecnológicas para mejorar la eficiencia y reducir emisiones. La clave para la descarbonización está en la convergencia de la política, la tecnología y la economía. Si no aseguramos que las soluciones sean financieramente viables y que los gobiernos brinden un marco regulatorio estable, va a ser difícil lograr una verdadera transformación”.

Ganesh Ramaswamy, Executive Vice President en Baker Hughes
Ganesh Ramaswamy, Executive Vice President en Baker Hughes

Entre las tecnologías mencionadas, destacan la oxicombustión, el uso de mezclas de hidrógeno y gas natural en turbinas, la captura directa de CO₂ y la modernización de plantas geotérmicas. Sin embargo, los ponentes advirtieron que, además del costo tecnológico, existen barreras regulatorias y procesos de permisos que pueden retrasar la adopción masiva de estas innovaciones.

 

La relevancia de las políticas públicas y la certidumbre regulatoria

 

El ritmo al que se desarrolle la infraestructura de GNL y el despliegue de nuevas tecnologías de descarbonización está fuertemente influido por las políticas públicas. Los cambios de administración en algunos países han generado ajustes en los criterios de permisos y licencias, así como en los incentivos para energías limpias.

 

En palabras de Tania Ortiz Mena: “Hemos observado cambios en la política energética de Estados Unidos, pero lo cierto es que la tendencia de largo plazo sigue apuntando a la exportación de GNL como un elemento clave de la seguridad energética y la política exterior estadounidense. Como industria, debemos mantener la vista en los fundamentos de largo plazo, independientemente de las variaciones a corto plazo en las regulaciones”.

 

Por su parte, Izumi Kai, de JERA Asia, subrayó la importancia de la colaboración entre gobiernos y el sector privado para emprender proyectos de gran escala en países donde aún no existe un marco jurídico maduro: “En mercados emergentes, la colaboración es crucial. No solo hablamos de inversión en infraestructura, sino también de apoyo a través de programas estatales y de organizaciones internacionales. Esa cooperación permite desarrollar capacidad local, transferir conocimiento y asegurar la viabilidad financiera de las terminales de GNL”.

 

El papel de la colaboración y las alianzas estratégicas

 

Uno de los temas recurrentes en la discusión fue la necesidad de formar alianzas estratégicas más allá de la relación tradicional proveedor-cliente. Según Ganesh Ramaswamy, la industria está evolucionando hacia un ecosistema multidimensional: “La colaboración ya no se limita a la empresa que suministra el GNL y la que lo recibe. Ahora participan EPCistas, licenciatarios de procesos, proveedores de tecnología y servicios, inversores y gobiernos. Cuanta más transparencia haya en la cadena de valor, más bajarán los costos, y mayor competitividad lograremos en el mercado global”.

 

Este enfoque colaborativo se observa particularmente en proyectos a gran escala donde intervienen consorcios que integran distintos expertos. Los esfuerzos de electrificación y la construcción de regasificadoras flotantes (FSRU) son ejemplos de cómo la tecnología y la experiencia de múltiples actores convergen para llevar GNL a países con limitaciones en infraestructura terrestre.

 

Emergentes, pero con un gran potencial: el caso asiático

 

Buena parte de la conversación se enfocó en las economías emergentes de Asia, donde el crecimiento económico y poblacional impulsa la demanda energética. Países como Bangladesh y Filipinas ya cuentan con una base de gas natural, pero sus recursos domésticos no bastan para cubrir el crecimiento acelerado de la demanda.

 

Izumi Kai compartió la experiencia de JERA en la región: “En el caso de la Filipinas, hemos invertido en la compañía Aboitiz Power, que hasta hace poco confiaba principalmente en carbón. Con la introducción paulatina de GNL, sumado a proyectos de energías renovables, hemos visto mejoras en la eficiencia y reducciones en las emisiones. La clave es combinar distintas fuentes energéticas mientras la demanda sigue al alza”.

 

El gobierno de estos países también solicita asesoría para la planeación a largo plazo. “En Indonesia y Vietnam trabajamos de la mano de los gobiernos para diseñar hojas de ruta de descarbonización y asegurar que la infraestructura de GNL se integre con los planes de expansión en energías renovables”, puntualizó Kai.

 

Rumbo a la descarbonización progresiva: el GNL como combustible de transición y de destino

 

En el debate global sobre cambio climático, el GNL se presenta como una alternativa más limpia frente al carbón y una solución factible en regiones donde las energías renovables no pueden escalar con la suficiente rapidez. No obstante, la industria reconoce que para consolidarse como un energético de “transición” e incluso de “destino” (en palabras de varios panelistas), se debe invertir en tecnologías que reduzcan su huella de carbono, ya sea a través de la captura de CO₂, la disminución de emisiones en toda la cadena o la mezcla con hidrógeno.

 

Tania Ortiz Mena enfatizó que: “La meta es seguir abasteciendo a las economías emergentes que necesitan más energía y, a la vez, reducir la intensidad de carbono del GNL. Los mercados desarrollados, particularmente en Europa, se han mostrado dispuestos a pagar por carga más limpia, pero aún está por verse si Asia y otras regiones harán lo mismo”.

 

Al mismo tiempo, Zhi Xin Chong reconoció los retos de coste: “Para muchos países en desarrollo, lo primero es asegurar el suministro y la asequibilidad. La incorporación de tecnologías de captura de carbono o la certificación de moléculas de GNL puede encarecer el producto. El desafío radica en encontrar un equilibrio donde la sostenibilidad y la competitividad coexistan”.

 

Visión a corto y largo plazo

 

Los cuatro ponentes coincidieron en que el horizonte a 12 meses se ve con “cauteloso optimismo”, pues la demanda permanece alta y hay proyectos en desarrollo que podrían inyectar nueva oferta al mercado. Sin embargo, las decisiones de inversión, especialmente en infraestructura de gran escala, requieren una visión de décadas. En ese lapso, la industria deberá hacer frente a la presión social y regulatoria de disminuir emisiones, y a la necesidad de adaptarse a las cambiantes políticas energéticas de cada país.

 

Tal como sentenció Ganesh Ramaswamy: “Hablamos de resolver una trilema: asequibilidad, confiabilidad y sostenibilidad. Para lograrlo, hacen falta políticas claras, innovación tecnológica continua y colaboraciones sólidas que permitan financiar y ejecutar proyectos energéticos de manera rentable”.

 

De esta forma, la conferencia “LNG: Growing markets and new dynamics” expuso el mapa complejo que enfrenta el sector del GNL: un crecimiento de la demanda global, una mayor diversificación en la oferta, la necesidad urgente de reducir emisiones, y un entramado regulatorio que influye de manera decisiva en la toma de decisiones de inversión. Pese a los retos, la conclusión general es clara: el GNL mantiene su relevancia como eje principal de la transición energética en numerosos países, y se perfila, en palabras de Ortiz Mena, como “un combustible de destino” para los mercados que buscan ampliar su acceso a energía al tiempo que avanzan en la senda de la descarbonización.

 

En definitiva, la industria del GNL camina hacia un futuro en el que la colaboración internacional y la adopción de tecnología desempeñarán un papel fundamental. Aquellas empresas e inversores que logren adaptarse de manera ágil a las nuevas exigencias —tanto de seguridad de suministro como de sostenibilidad y costo— serán quienes capitalicen las oportunidades en un mercado que, a pesar de la incertidumbre política y la volatilidad de precios, promete seguir creciendo y evolucionando en las próximas décadas.

Te puede interesar: Un nuevo panorama de la seguridad energética: desafíos y oportunidades para hoy y el futuro

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