La ingeniería de estimulaciones es una técnica crucial en la industria petrolera, especialmente para mejorar la producción en pozos que han disminuido su rendimiento. En México, esta práctica ha cobrado relevancia debido a la necesidad de optimizar la explotación de los recursos petroleros y gasíferos del país.
Contexto de la Industria Petrolera en México
Actualmente, la producción ha enfrentado desafíos debido a la madurez de muchos de sus campos. Según la Asociación Mexicana de Empresas de Hidrocarburos (AMEXHI), más del 52% del potencial petrolero de México permanece sin explotar debido a la falta de reactivación de proyectos y contratos. Para abordar estos desafíos, la ingeniería de estimulaciones se ha convertido en una herramienta esencial.
Técnicas de Estimulación
Fracturamiento Hidráulico
El fracturamiento hidráulico, o fracking, es una de las técnicas de estimulación más conocidas. Esta técnica involucra la inyección de fluidos a alta presión en las formaciones rocosas para crear fracturas y facilitar el flujo de petróleo y gas hacia el pozo. En México, el fracking ha sido implementado en varias regiones, como el noreste del país, donde se han encontrado importantes reservas de gas shale. Aunque esta técnica ha sido controversial por sus posibles impactos ambientales, sigue siendo crucial para mejorar la producción en yacimientos no convencionales.
Acidificación
Implica la inyección de ácidos en la formación para disolver minerales y aumentar la permeabilidad de la roca. Esta técnica es especialmente efectiva en formaciones carbonatadas, comunes en varias regiones productoras de México. La acidificación ayuda a restaurar la productividad de los pozos antiguos y mejorar el rendimiento de los nuevos.
Inyección de Agua y CO₂
La inyección de agua y CO₂ también se utiliza para mantener la presión en los yacimientos y mejorar la recuperación de petróleo. En México, se ha estado explorando el uso de estas técnicas en campos maduros para extender su vida útil y maximizar la extracción de recursos. Según datos de AMEXHI, la implementación de estas técnicas ha permitido incrementar la producción a 100 mil barriles diarios de petróleo y 216 millones de pies cúbicos diarios de gas en febrero de 2023.
Beneficios Económicos y Sociales
La implementación de técnicas de estimulación también ha generado beneficios económicos y sociales. Entre 2017 y 2022, la industria petrolera en México ha generado 62 mil empleos totales, de los cuales 14 mil son directos. Además, las inversiones en contenido nacional han sumado 4,442 millones de dólares entre 2016 y 2022. Estos beneficios no solo han impulsado la economía local, sino que también han contribuido al desarrollo de infraestructura y tecnología en el sector.
En resumen, las técnicas avanzadas de estimulación están ayudando a revitalizar campos maduros y explotar nuevos yacimientos, contribuyendo significativamente a la seguridad energética del país.
