Andrés Bates Loría, Subdirector de análisis y evaluación de proyectos
de la Agencia de Energía del Estado de Puebla
La Generación Distribuida es un esquema de generación de energía eléctrica a pequeña escala, situando las instalaciones de generación cerca del lugar de consumo. Este esquema tiene varias ventajas, ya que incrementa la eficiencia energética y reduce pérdidas técnicas de electricidad. Esto puede contribuir a la reducción de la emisión de gases contaminantes. También incrementa la resiliencia de la red eléctrica y reduce la necesidad de grandes inversiones en la red de transmisión.
Marco Jurídico aplicable
Para entender el potencial y el impacto de una tecnología, es importante conocer el marco jurídico que la regula. En este sentido, la Ley de la Industria Eléctrica (LIE) contempla a la Generación Distribuida como una fuente de suministro eléctrico para las y los consumidores. Se define en su artículo 3 fracción XXIII donde un Generador Exento la realiza, y que se interconecta a un circuito de distribución, que contenga una alta concentración de centros de carga.
Al ser una actividad realizada por un Generador Exento, las centrales de Generación Distribuida no requieren de un permiso para generar energía eléctrica. El permiso es emitido por la Comisión Reguladora de Energía (CRE).
Por su parte, la LIE junto con la Ley de Transición Energética, establecen que, la CRE es responsable de emitir la regulación necesaria para la integración y operación de las centrales de Generación Distribuida en México. También establecen como límite los 500 KW de capacidad instalada para ser catalogadas como tal.
De acuerdo con lo establecido en las Disposiciones Administrativas de Carácter General emitidas por la CRE en 2017; existen 3 opciones de esquemas de contratos de contraprestación que las centrales de Generación Distribuida, pueden celebrar con CFE Suministrador de Servicios Básicos (CFE SSB):
1. Medición neta de energía (Net Metering)
Este esquema considera los flujos de energía eléctrica recibidos desde y hacia las Redes Generales de Distribución; compensando dichos flujos entre sí durante el periodo de facturación. Esto quiere decir que, el contrato de contraprestación debe estar asociado a uno o varios contratos de suministro de energía eléctrica de las y los consumidores finales.
Dicho de otro modo, el esquema calcula la diferencia entre la energía generada e inyectada a la red por la central eléctrica y la energía obtenida de la red y consumida por las y los consumidores, durante cada periodo de facturación. Por lo tanto, la central inyecta a la red toda aquella energía generada por encima de lo que la o el consumidor requiere durante las horas solares. Esto funge como un saldo a favor para cubrir en consumo durante horas no solares.
2. Facturación neta de energía (Net Billing)
Este esquema considera, por un lado, la entrega de energía eléctrica por parte de la central eléctrica a las Redes Generales de Distribución. Y por el otro, de manera independiente, considera la recepción de energía eléctrica por la o el consumidor desde las Redes Generales de Distribución por parte del Suministrador. En el régimen de facturación neta, al igual que en el de medición neta, el contrato de interconexión deberá estar relacionado con un contrato de suministro de energía eléctrica. Para este esquema, se requiere de dos medidores, uno para medir la energía inyectada a la red por la central y otro para medir el consumo del usuario.
3. Venta total
Este esquema, a diferencia de los otros dos, considera únicamente el flujo de energía eléctrica entregada hacia las Redes Generales de Distribución, al cual se le asigna un valor de venta. Es decir, la totalidad de la energía generada e inyectada a la red es vendida a CFE SSB, sin que exista un contrato de suministro asociado.
En este sentido, el esquema no está pensado para satisfacer un consumo eléctrico específico, sino para obtener un ingreso por la energía generada e inyectada a la red por la central eléctrica. Esta es liquidada al Precios Marginales Locales (PML) del nodo en donde es inyectada.
De entre los tres esquemas que contempla la regulación en materia de Generación Distribuida, la medición neta es la más común. Acumulando el 99% de los contratos de interconexión en Generación Distribuida existentes a finales de 2020. Y el 98.5% de la capacidad instalada bajo esta modalidad.
Esto se debe a que goza de ciertas ventajas frente a los otros dos esquemas. En primer lugar, es el esquema más sencillo de los tres, ya que no requiere de un entendimiento profundo de las dinámicas del mercado eléctrico y de los movimientos en los PML. Por otro lado, al calcular la diferencia entre la energía generada y la energía consumida, se compensa indirectamente la energía generada al precio de la tarifa de CFE SSB, la cual es por lo general mayor al PML.
Desarrollo de la Generación Distribuida en México
La Generación Distribuida ha demostrado ser una alternativa de suministro eléctrico competitivo y limpio para muchas y muchos usuarios en México. Esto se debe, principalmente a lo sencillo que son los trámites ante autoridades para poder acceder a ella. Entre 2010 y 2020, la capacidad instalada en centrales de Generación Distribuida a nivel nacional, presenta una tasa media de crecimiento anual de 93%, alcanzando un total de 1,551.09 MW instalados; distribuidos en 211,098 contratos de interconexión.
Por otro lado, el Programa de Desarrollo del Sistema Eléctrico Nacional 2021-2035 (PRODESEN) plantea, en su escenario de planeación que; para el 2030 la generación distribuida alcanzará un total de 6,325 MW de capacidad instalada en el país. Esto representa una tasa media de crecimiento anual de 32.5% durante el periodo.
Es importante mencionar que la Generación Distribuida no se limita únicamente a centrales eléctricas solares. Sin embargo, de los más de 1,551 MW instalados en sistemas de Generación Distribuida, más del 99% son sistemas de generación solar fotovoltaica.
El estado de Puebla se posiciona como el decimo quinto estado con mayor número de MW instalados en Generación Distribuida. Cuenta con una demanda eléctrica que, en promedio, representa cerca del 8% de la demanda nacional. Así, la entidad tiene una oportunidad importante para el crecimiento de la Generación Distribuida. Para dimensionar la oportunidad que representa la Generación Distribuida para la industria; es importante entender el costo de inversión requerido para poder acceder a este tipo de suministro.
Sin duda, resulta de gran utilidad la información presentada en el Monitor de Información Comercial e Índice de Precios de Generación Solar Distribuida en México (El Monitor). Este fue publicado en marzo del 2020 por la Agencia Alemana de Cooperación Internacional (GIZ)m en colaboración con la Asociación Nacional de Energía Solar (ANES), la Asociación Mexicana de Energía Solar (ASOLMEX) y la Asociación Mexicana de la Industria Fotovoltaica (AMIF).
A través de encuestas a empresas integradoras de sistemas de Generación Distribuida, con al menos 3 años de experiencia en el mercado y con al menos 500 KWp instalados durante el año anterior; se obtuvo un índice de precios por instalación para distintos rangos de potencia en los sistemas. Los resultados se pueden observar en la siguiente tabla.
Con esto se puede concluir que, existe un gran potencial para realizar proyectos de Generación Distribuida a través de la interconexión a la red de distribución eléctrica dentro del país, y sobre todo dentro del estado de Puebla. El estado ha demostrado un rápido crecimiento en el número de MW instalados en esta tecnología.
La GD tiene el potencial de permitir generar un ahorro significativo en los costos de las tarifas eléctricas, abonando a la economía de nuestro país, así como tener un beneficio ambiental. Se trata de una fuente propulsora de energía limpia que permite, entre otras cosas, reducir las emisiones de CO2 y otros gases de efecto invernadero a la atmósfera. Esto la ubica como un motor para la economía y una fuente solidaria con el planeta. Por lo que tanto el gobierno de México, como los gobiernos locales deberían de considerar impulsar su crecimiento. Lo anterior, para abonar al camino hacia el desarrollo sostenible.