Exxon Mobil, la mayor petrolera de Estados Unidos, reportó pérdidas por 610 millones de dólares en el primer trimestre de 2020. El desplome de los precios del petróleo por el impacto de la pandemia sobre la demanda global presionó sus resultados.
La petrolera texana reportó ganancias de 2 mil 350 millones en el mismo periodo del 2019, cuando los precios del petróleo se ubicaban sobre 50 dólares.
«El COVID-19 ha impactado significativamente en la demanda a corto plazo, dando lugar a unos mercados sobreabastecidos”, resaltó Darren Woods, presidente de Exxon.
La firma con sede en Irving (Texas) detalló que sus ingresos descendieron 12% al facturar 56 mil 158 millones de dólares.
La producción en el mismo periodo ascendió a unos 4 millones de barriles diarios de producto equivalente al petróleo, un aumento de 2%.
“El mercado expeimenta una presión sin precedentes sobre los precios y márgenes de la materia prima», agregó.
Woods anunció a principios de mes un recorte de gastos de capital de 30% hasta finales de año para hacer frente a la actual contingencia.
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«Las cotizaciones del crudo disminuyeron de una manera significativa en el último trimestre”, reconoció.
Exxon informó que está frenando su bombeo de petróleo esquisto, con recortes de 400 mil barriles diarios. También confirmó que está efectuando recortes a las inversiones en la cuenca de esquisto bituminoso, el principal campo petrolero de la Unión Americana.
La producción de esquisto es más rápida y menos costosa que la de aguas profundas, pero requiere una perforación casi constante para mantener su producción.
“Los mayores recortes de Exxon Mobil serán en Permian, donde las inversiones de ciclo corto se ajustan fácilmente”, describió Woods.
