El sector energético global alcanzó en 2023 un nuevo récord de 67 millones de empleos, impulsado por inversiones históricas y un crecimiento del 3.8% en comparación con el promedio económico global del 2.2%, según el informe World Energy Employment 2024 de la Agencia Internacional de Energía (IEA). Este dinamismo responde tanto a la expansión de las energías limpias como al repunte del sector fósil, aunque con retos significativos para los próximos años.
Energías limpias: el motor del crecimiento laboral
Las energías limpias lideraron la generación de empleos con un crecimiento del 4.6% anual, añadiendo 1.5 millones de puestos en 2023. Destacan los sectores de energía solar fotovoltaica, que generaron más de 500,000 nuevos empleos, y la fabricación de vehículos eléctricos (VE) y baterías, con 410,000. Sin embargo, estas áreas enfrentan desafíos por la competencia global y la falta de talento especializado, un problema que también afecta a México.
En contraste, regiones como China y Estados Unidos concentran gran parte del crecimiento. En China, más del 90% de los nuevos empleos energéticos provinieron de energías limpias, mientras que en economías avanzadas como la Unión Europea y Japón representaron entre el 4% y 6% del crecimiento laboral total. Por otro lado, en economías emergentes, excluyendo a China, esta proporción es menor al 2%, una señal de los retos estructurales en infraestructura y capacitación.
Fósiles y manufactura: estabilidad con perspectiva incierta
El empleo en combustibles fósiles aumentó un 3%, sumando 940,000 nuevos puestos. Este repunte fue impulsado principalmente por desarrollos en gas natural licuado (LNG) en América y Medio Oriente. Sin embargo, el empleo en carbón continúa en declive estructural debido a mejoras en productividad y la reducción de nuevas plantas.
En cuanto a manufactura, representó el 40% del crecimiento total de empleos en energía limpia, gracias a un incremento del 50% en inversiones en tecnologías limpias. En México, esto subraya la necesidad de políticas públicas que incentiven el desarrollo de cadenas de suministro locales para competir en el mercado global.
México ante los retos y oportunidades
La transición energética global presenta un doble desafío para México: abordar la escasez de talento especializado y fomentar políticas que atraigan inversión en manufactura limpia. La capacitación de trabajadores en sectores relacionados, como la instalación de sistemas solares y tecnologías de eficiencia energética, será clave para aprovechar el potencial de crecimiento laboral. Además, el país tiene la oportunidad de liderar en el suministro de minerales críticos y bioenergía, sectores donde las economías emergentes han representado el 80% del crecimiento desde 2019.
Con el empleo energético global proyectado a desacelerar al 3% en 2024 debido a mercados laborales ajustados e incertidumbres económicas, México debe implementar estrategias integrales que combinen inversión y políticas claras, como ya bien todos lo sabemos, sin embargo, debe poner un especial énfasis en el desarrollo de talento.