Detección de interferencia de pozos mesozoicos con datos de superficie; caso de estudio campos del Suroeste de México.
La metodología que se llevó a cabo en este trabajo es de fácil aplicación y se ha comprobado mediante la observación del comportamiento del pozo interferido al entrar en producción el pozo interferente. Lo anterior se ha corroborado en dos campos que producen diferentes tipos de fluidos.
Este planteamiento permite descartar que lo observado haya sido un comportamiento singular que se dio en una pareja de pozos en particular. Para aplicar esta secuencia de pasos, es una buena práctica: recopilar la información a analizar, revisarla, ordenarla y sobre todo validarla.
Adicionalmente se realizó para tener la certeza que los análisis que se lleven a cabo están sustentados en información sólida y confiable. El primer paso es asegurarse que el comportamiento en superficie de los pozos a analizar es independiente. Lo anterior se logra al comprobar que los pozos en cuestión producen en flujo crítico.
Asimismo, esto se debe de realizar para descartar que sean movimientos operativos los que afectan el comportamiento de la presión a analizar. Ya corroborada la independencia de los pozos, se procede a graficar los datos de presión.
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Los datos que se graficarán deberán de contar con una frecuencia que permita visualizar cambios en las tendencias asociadas. Igualmente se realizó el análisis pertinente a las gráficas y se determina o descarta la interferencia.
Como próximos pasos se debe de analizar los datos utilizando información de grupos de pozos; lo cual podrá dar más información sobre el comportamiento que tienen los yacimientos durante su vida productiva.
Igualmente, la metodología que se utilizada en el trabajo es muy sencilla de llevar a cabo y permite corroborar o descartar la interferencia; que se presenta al entrar a producción un pozo nuevo en un yacimiento en explotación.
La información que proveen los sensores instalados en los árboles de producción proporciona una gran cantidad de datos; los cuales si se analizan y complementan al transcurrir el paso del tiempo puede llevar a la optimización en el desarrollo de los campos; así como a una mejor caracterización de las formaciones que conforman una estructura dada, debelando las incógnitas que se pudiesen tener a la hora de caracterizar un yacimiento.
Los datos que dichos sensores proveen si se analizan de manera aislada puede llegarse a pensar que es llana y se corre el riesgo de ser menoscabada la importancia de la información que aporta. Igualmente, los datos de los sensores contribuyen con un granito de arena en la titánica tarea de la descripción del comportamiento de los yacimientos.
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Esta modesta aportación de ser aprovechada puede contribuir de muchas maneras. Si es desaprovechada puede ocasionar desde pérdidas de valor a los proyectos y en el peor de los casos riesgos a la seguridad.
Igualmente, es posible definir a la interferencia entre pozos, como el cambio de presión en la vecindad de un pozo en consecuencia a la producción de un pozo vecino u otros pozos cercanos.
Adicionalmente, fue posible determinar la comunicación que existe entrepozos del campo B y como el comportamiento de la producción de ambos pozos estaba interrelacionada.
En el caso del campo A, se infirió la formación productora del pozo A-2-A, siendo la misma que aportaba la producción del pozo A-1. Como se pudo apreciar el análisis de los datos de los sensores permitió reforzar que no era necesario perforar otro pozo en el bloque del campo A.
El ahorro que esto supuso paga con creces el costo de los sensores instalados. En ambos casos fue posible determinar y confirmar la comunicación porque se contaba con datos antes de la entrada a producción del pozo que causa la interferencia.
Para poder utilizar los datos de los sensores de fondo es necesario que el pozo proveedor de los datos; se encuentre en flujo crítico para descartar que lo que se interprete provenga de ruido superficial generado por movimientos operativos.
Los ingenieros Gerardo Echávez Ross, Guillermo Sánchez Orozco y Jaime Castañeda Andrade presentaron el trabajo en la reciente edición del Congreso Mexicano del Petróleo (CMP).
