Cotemar | La participación de la mujer en el sector energético se ha incrementado de forma constante en los últimos años, impulsada por un enfoque más incluyente y la necesidad de competitividad global.
Cotemar, empresa mexicana de servicios integrales de la industria petrolera, es un claro ejemplo de cómo la diversidad de género fortalece la operación, fomenta la innovación y aporta una visión más amplia a los desafíos del negocio. Cabe destacar que esta compañía recién recibió el Reconocimiento Empresas Excepcionales, “con el nivel Excepcional”, por la práctica “Agenda Cotemar 2030: Contribución estratégica a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)”. Esta categoría galardona a las organizaciones que crean valor compartido al abordar las necesidades de sus grupos de interés y reafirmar su compromiso con estos objetivos.
Expansión de oportunidades para el talento femenino
El sector energético ha sido tradicionalmente un espacio dominado por la fuerza laboral masculina. Sin embargo, conforme se intensifica la competencia global y se acrecientan las demandas de innovación, la participación de las mujeres ha despegado de manera notable. Esta transformación no es solamente una tendencia social: responde a la urgente necesidad de sumar capacidades diversas para resolver desafíos cada vez más complejos en temas de exploración, producción, refinación y mantenimiento.
Bajo esta premisa, Cotemar ha emprendido esfuerzos decididos por promover la inclusión y fomentar la participación de colaboradoras en todas las áreas de la organización, reconociendo que las ideas frescas y la creatividad resultan vitales para mantenerse a la vanguardia.
Voces que impulsan el cambio
Brenda Guadalupe Yáñez Hernández, Jefa de Libros de Proyectos y RF en Cotemar, subraya la importancia de la formación continua y de la confianza organizacional para impulsar el crecimiento profesional de las mujeres en el sector petrolero. “Mi trayectoria ha sido posible gracias al apoyo de Cotemar, que ha impulsado mi desarrollo profesional a través de la capacitación constante y la confianza depositada en mis capacidades”, comenta. Su historia muestra que el apoyo institucional, combinado con la determinación individual, forja liderazgos femeninos sólidos que contribuyen a la competitividad de la empresa.
Hacia una cultura inclusiva
Gabriela Zarza Escalante, Subdirectora de Seguridad en esta compañía, resalta el papel relevante que están jugando las mujeres en la conformación de equipos de alto rendimiento. “Si bien hay fronteras externas, también hay otras mujeres y hombres apoyando y respaldando a mujeres con empuje y decididas”, señala. Para el sector industrial, la inclusión laboral femenina aporta diversidad de enfoques y un equilibrio que favorece la ejecución de proyectos complejos en temas de prevención de riesgos, auditorías de calidad y sistemas de gestión. Cotemar materializa estos esfuerzos a través de programas y foros que promueven la confianza y el posicionamiento de colaboradoras en áreas de mayor responsabilidad.
Innovación y liderazgo colaborativo
Janne González Juárez, Ingeniera de Control de Calidad (Tierra), describe cómo la creatividad y el compromiso femenino pueden impulsar los objetivos de negocio. “Las mujeres con liderazgo somos creativas, objetivas, comprometidas, nuestro liderazgo forma parte del cambio y de la resolución de problemas de manera asertiva, creativa y funcional”, explica. En empresas de la industria petrolera, donde los márgenes de seguridad y eficiencia son especialmente críticos, la presencia de ingenieras y supervisoras consolida estrategias basadas en la precisión y el control de calidad. Para el desarrollo continuo de equipos técnicos, es esencial fomentar la capacitación y la actualización constante, algo que Cotemar propicia de forma sistemática.
Equidad desde la base
En palabras de Lilia Ortiz Gallegos, Supervisora de Contabilidad, la inclusión femenina va más allá de la contratación en puestos de alta responsabilidad. “Desde casa, en la sociedad y en la escuela, hace falta crear un ambiente igualitario, en el que los niños y niñas compartan los mismos derechos y responsabilidades”, subraya. Esta visión integral identifica que la igualdad de oportunidades en el futuro comienza con la formación y la cultura que rodean a niñas y niños desde temprana edad. Dentro de los proyectos de la empresa, la creación de espacios de denuncia y de herramientas de capacitación ha propiciado mayor empoderamiento y protección para las colaboradoras, sentando bases robustas para la equidad.
Compromiso con el crecimiento profesional
Maira Artemisa Mejía Rodríguez, Jefa de Procesos de Gestión, destaca el valor de la resiliencia y la comunicación en la conducción de equipos, así como la importancia de inspirar a nuevas generaciones. “Como mujer tenemos un gran reto de poder inspirar a nuevas generaciones y fortalecer equipos de trabajo promoviendo la igualdad de género”, menciona. En un entorno industrial con alta competitividad, la adopción de metodologías ágiles y la búsqueda incesante de innovación requieren líderes con competencias técnicas y, sobre todo, con una visión incluyente que motive a cada integrante del equipo. Este enfoque, impulsado por la dirección de Cotemar, permite a las mujeres escalar a posiciones de influencia.
La tecnología como motor de cambio
María Alejandra Rodríguez Espinoza, Gerente de Innovación y Tecnologías de Información, relata cómo la diversidad de pensamiento potencia la adopción de soluciones creativas en las áreas de TI. “Las mujeres podemos aportar un punto de vista diferente en la toma de decisiones y en la manera de liderazgo de un grupo (más colaborativo e inclusivo)”, comenta. Las exigencias del sector energético demandan sistemas robustos y eficientes que den soporte a procesos como la logística de plataformas, el control de inventarios y la comunicación en alta mar. Bajo su liderazgo, la gestión de proyectos tecnológicos en Cotemar se traduce en mejoras continuas que impactan directamente en la productividad y el costo-beneficio.
Construyendo un futuro equitativo
Por su parte, María Pura Domínguez Reyes, Gerente de Capital Humano, proyecta una visión de normalidad futura en la que el empoderamiento femenino se vuelva parte esencial del ADN corporativo. “Espero que se vaya normalizando, y que la inclusión y las oportunidades se den de forma natural dentro de cualquier industria”, asegura. El mensaje es claro: la incorporación de perfiles diversos no es un tema de moda, sino un factor estratégico que incide en la innovación, la retención del talento y la reputación corporativa.
Retos y perspectivas futuras
En los años por venir, el sector industrial enfrentará desafíos complejos derivados de la transición energética, los cambios tecnológicos acelerados y las crecientes expectativas sociales acerca de la responsabilidad corporativa. Para mantenerse competitivas, las empresas deben fortalecer esquemas de inclusión y empoderamiento que garanticen la retención de talento femenino altamente especializado. La experiencia de Cotemar —con presencia de mujeres en áreas de seguridad, finanzas, gestión de proyectos, tecnologías de información y capital humano— demuestra que la diversidad se convierte en un factor clave de adaptabilidad y eficiencia.
Una visión integral para el sector
Cada una de estas líderes en Cotemar coincide en que la equidad de género no consiste en reemplazar a una fuerza laboral por otra, sino en conjuntar esfuerzos para construir equipos más fuertes y dinámicos. Esta premisa es de gran relevancia para los tomadores de decisiones y expertos de la industria: las soluciones a los retos operativos y de negocio parten de visiones plurales que integren la capacidad y la determinación de las mujeres. La invitación es clara: para encarar los desafíos del sector energético, es indispensable derribar barreras culturales, fomentar la preparación profesional y sostener iniciativas que impulsen la diversidad. Cotemar, a través de ejemplos tangibles de liderazgo femenino, refrenda que la igualdad es un imperativo tanto ético como operativo, y que apostar por ella deviene en un crecimiento sólido y perdurable.
