Rocío Nahle, titular de la Secretaría de Energía, informó que la planta coquizadora que se construye en la Refinería de Tula, Hidalgo, estará lista en diciembre de 2023.
La responsable de la política energética de México reiteró que la coquizadora permitirá procesar el combustóleo que actualmente producen las refinerías de Tula y Salamanca.
“Esta planta coquizadora tiene una capacidad de 85,000 toneladas, va a procesar el combustóleo de Tula y de Salamanca. Al llegar aquí ese combustóleo a través de un proceso que se llama ‘tipo craqueo’, por decir, se exprime más el residuo”, explicó.
Igualmente, la planta coquizadora forma parte de la estrategia del gobierno federal de dejar de producir combustóleo y reducir el uso del azufre.
“Vamos a sacar más gasolina, más diésel, aproximadamente 45 por ciento más y se va a generar coque. Vamos a dejar de producir combustóleo. Es esta planta y dos plantas de proceso para quitar el azufre. A la salida de este gobierno toda la producción de Pemex va a ser ultra bajo azufre y sin combustóleo”, describió Nahle.
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Asimismo, Nahle puntualizó que el costo de la obra será de cerca de 4,000 millones de dólares, es decir, unos 80,000 millones de pesos.
“En esta planta se pagó más de 400 millones de dólares y mil anteriormente, se habían invertido 1, 400 millones de dólares en este proyecto. Vamos a terminar en diciembre de 2023 y hay una inversión extra de 2,500 millones de dólares”, estimó.
Igualmente, Nahle García comentó que la obra da empleo a 2,500 empleos; sin embargo, adelantó que en el pico máximo de la obra se van a generar alrededor de 9,000 empleos directos.
La construcción de la planta inició en la anterior administración, pero quedó inconclusa. Durante la actual administración se retomó la obra, además se modernizan las seis refinerías, se adquirió una en Texas y se construye otra en Tabasco. Con ello se espera lograr la autosuficiencia de combustibles a final del sexenio en curso.