El presidente de la República presentó el 30 de septiembre de 2021 ante la Cámara de Diputados; la “Iniciativa de Decreto por el que se reforman los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en materia de energía y recursos naturales” (la “Iniciativa de Reforma Eléctrica”).
Este documento, de aprobarse en sus términos, representaría cambios fundamentales en la industria energética de México.
La Comisión Federal de Electricidad (CFE) publicó una serie de 5 aspectos fundamentales para entender su importancia, tanto para la vida pública como para el país.
Puntos clave de la Reforma Eléctrica
El primero es que esta iniciativa «tiene como objeto garantizar la seguridad energética del país, manteniendo la cadena de valor en el sector de electricidad como área estratégica a cargo del Estado. Esto con la finalidad de mantener tarifas justas y por debajo de la inflación».
En este sentido, el segundo punto indica que las tarifas no suben más de la inflación. Así, la reforma garantiza que no haya precios altos como sucede en otros países.
Para ello, con la reforma y las instituciones se promueven procesos legales y justos para que las empresas no sean subsidiadas a costa de los mexicanos.
Así, la transición energética se lleva a cabo de manera organizada y planificada, utilizando de manera sustentable todas las fuentes de energía de las que dispone la nación. Se da prioridad a la confiabilidad del sistema, permitiendo una integración ordenada y sin efectos negativos.
Finalmente, la Comisión Federal de Electricidad señala que el 54% de la energía que requiere el país la genera la CFE; mientras que el 46% de esta cifra energética, la produce la iniciativa privada. De esa manera, se establece un sistema sólido donde se unen fuerzas a favor de México.
En suma, se trata de una reforma que implica cambios drásticos en la industria; así como una afectación sustancial a la inversión privada existente en el sector.
