BP abandonó sus objetivos de crecimiento en el segmento de energía renovable y ahora vuelve a priorizar el aumento de la producción de petróleo y gas para 2030.
La petrolera británica pretende aumentar su producción de petróleo y gas a entre 2.3 y 2.5 millones de barriles equivalentes de petróleo diarios para 2030
Igualmente, BP apunta a incrementar el gasto en aproximadamente un 20%, hasta alcanzar los 10,000 millones de dólares anuales.
El nuevo enfoque contempla una reorganización del liderazgo, que incluye el nombramiento de Albert Manifold como presidente y la desinversión de activos eólicos terrestres en Estados Unidos.
Anteriormente, BP había planeado reducir la producción en una cuarta parte con respecto a los niveles de 2019, hasta los 2 millones de barriles diarios.
En febrero, BP anunció un cambio radical en sus planes de ampliar su cartera para incluir una gama de proyectos de energía renovable y centrarse en su negocio principal de petróleo y gas.
Esto fue inesperado, ya que muchas grandes petroleras han invertido considerablemente en diversificar su matriz energética en los últimos años. Ante la creciente presión para descarbonizar y apoyar una transición verde global.
Cinco meses después, BP ha nombrado a Albert Manifold como nuevo presidente para supervisar la transición hacia los combustibles fósiles.
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Murray Auchincloss, director ejecutivo de BP, anunció en febrero planes para un «reajuste fundamental». Este plan implicó la eliminación del objetivo de multiplicar por 20 la generación de energías renovables para 2030, con respecto a los niveles de 2019. Y en su lugar, redirigir la atención de la compañía hacia los combustibles fósiles.
BP contaba en ese momento con alrededor de 8.2 GW de capacidad de generación renovable. Auchincloss también anunció planes para desinvertir en activos y recortar otras inversiones bajas en carbono para reducir la deuda y aumentar la rentabilidad. Esto formó parte de un cambio de estrategia anunciado por la compañía debido a la preocupación de los inversores por las ganancias.
Las acciones de BP han tenido durante mucho tiempo un rendimiento inferior al de varios de sus competidores. El aumento de los precios mundiales del petróleo y el gas en la era pospandémica impulsó las ganancias de varias grandes petroleras. Mientras tanto, BP se ha quedado atrás tras su cambio hacia las energías renovables. Los accionistas ejercieron una enorme presión sobre el exdirector ejecutivo de la compañía, Bernard Looney, para que aumentara la rentabilidad del negocio, hasta que finalmente fue reemplazado por Auchincloss en septiembre de 2023.