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Avanza operación de planta coquizadora de refinería Olmeca

Avanza operación de planta coquizadora de refinería Olmeca

La refinería Olmeca en Dos Bocas contará con la planta coquizadora más grande en México, una estructura clave para aumentar su capacidad de refinación.

 

De acuerdo con la Secretaría de Energía (Sener), la función de la planta coquizadoras es aprovechar todos los productos residuales del proceso de refinación para incrementar la producción de combustibles al máximo. Igualmente, la planta coquizadora ayudará a reducir contaminantes.

 

“Aspectos de hornos de tiro forzado y torres de la Planta Coquizadora. La función de esta planta es aprovechar los residuales de la destilación de vacío para convertirlos en productos de alto valor. Avanzamos en la operación tras lograr la producción de gasolina primaria”, se lee en sus redes sociales.

 

Actualmente se encuentra en las pruebas de arranque y operación. La planta cuenta con 6 tambores de coque, los cuales se instalan por pares y trabajan en forma alternada.

 

El coque sólido se va acumulando en uno de los pares de tambores; mientras que en otro se realiza el vaporizado, enfriado, corte de coque, presurizado y precalentado del mismo para volverlo a poner en línea.

 

Las plantas coquizadoras son una parte clave de la estructura de las refinerías. La coquizadora ayuda a sacar un mayor provecho al petróleo y obtener cierto porcentaje mayor de combustible. Adicionalmente, ayuda a reducir el impacto ambiental porque no se reutiliza el combustóleo.

 

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Cabe señalar que la planta coquizadora de la refinería Olmeca contará con una columna fraccionadora, una estructura que contribuirá en aumentar la producción de gasolina y diésel.

 

La función de la columna fraccionadora de la planta coquizadora es separar los productos obtenidos de los tambores de coque. Como butanos, nafta de coque, gasóleo ligero de coque y gasóleo pesado de coque. Lo anterior redundará en mayor producción de gasolina y diésel.

 

Cuando el residuo llega a la planta de coquización, se calienta a una temperatura muy alta que va por encima de los 482° C en un horno. Posteriormente, fluyen hacia unos tambores «de coque», donde se “craquea térmicamente” es decir; que se descompone su estructura molecular.

 

Adicionalmente, el coque producido es separado y cortado con agua a presión para hacerlo más manejable y así poderlo transportar y almacenar.

 

La refinería, que será la tercera más grande de América Latina, tendrá una capacidad de procesamiento de 340 mil barriles de crudo tipo maya. De ese proceso, se van a obtener 170 mil barriles de gasolina, 120 mil barriles de diésel.

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