Arabia Saudita, que bombea casi el 10% del suministro mundial de petróleo, será sede de la Copa del Mundo de Futbol de 2034. El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, confirmó que el “Reino” organizará la mayor justa del futbol del mundo en 2034.
Arabia Saudita, en semanas recientes, se ha convertido en un actor clave en el mapa empresarial, financiero, geopolítico y deportivo del mundo.
Con dos millones de metros cuadrados de desierto (más de cuatro veces España) y 34 millones de habitantes, el primer exportador mundial de petróleo lleva varios años buscando y llevando a cabo inversiones millonarias por todo el planeta y en los sectores más diversos. Desde la tecnología hasta las renovables pasando, por deportes como el fútbol, incluso el golf.
Su objetivo: diversificar una economía basada en el petróleo y adaptarse a los cambios derivados de un nuevo paradigma energético global. Los cuales sugieren dejar atrás los combustibles fósiles y adoptar fuentes de energía más amigables con el medio ambiente. Arabia Saudita se ha comprometido a lograr el objetivo de cero emisiones de gases de efecto invernadero para 2060.
El príncipe heredero Mohamed bin Salman es la persona que ha puesto a Arabia Saudí en el mapa financiero, geopolítico y deportivo global.
Con sólo 37 años, es uno de los hombres más ricos del mundo. Se estima que cuenta con una fortuna personal cercana a los 20,000 millones de dólares y encabeza el enormemente ambicioso plan de transformación Vision 2030, que él mismo impulsó en 2016.
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El plan Visión 2030 prevé la privatización de 146 empresas estatales para elevar hasta el 65% el peso del sector privado sobre el PIB. Aspira también a elevar la Inversión Extranjera Directa (IED) hasta el 5.7% del PIB. Igualmente, elevar las exportaciones no petroleras desde el actual 16 % hasta el 50 %. Con esas cifras, Arabia Saudita podría ubicarse entre las diez economía más competitivas del mundo.
La industria y el turismo serán los pilares de la transformación. En el terreno industrial, el gobierno saudita quiere multiplicar por seis sus exportaciones anuales de tecnología avanzada. Hacerlo crearía más de 60,000 empleos cualificados, según sus cálculos.
Tras el lanzamiento de Vision 2030 se ha duplicado el número de establecimientos industriales hasta superar los 10,000. La idea es que para 2035 haya unas 36,000 fábricas a pleno rendimiento en el país.
Dentro del ámbito de las infraestructuras destacan el sector aéreo, el transporte marítimo y el ferrocarril, con unas inversiones calculadas en 150,000 millones de dólares; Arabia Saudí confía en que el 65 % de ese monto provenga del capital extranjero.
En el plano deportivo, Arabía Saudita está haciendo inversiones importantes en las ligas más fuertes del mundo. Desde 2021, adquirió al Newcastle de Inglaterra, patrocinó la Copa Mundial pasada, y trajo a Cristiano Ronaldo y otras estrellas a su liga local. Se espera que la Copa Mundial dejará una ganancia libre de 10,000 millones de dólares a la FIFA. Una utilidad similar se quedaría en el Reino.
