El estudio abordó un análisis sísmico-estratigráfico de los campos Ixtoc-Kambesah, una nueva oportunidad a nivel Jurásico.
Durante el último levantamiento sísmico llamado IKEB en la parte noreste de la sonda de Campeche, fue necesario reinterpretar el marco estructural de los campos Ixtoc-Kambesah. Por lo tanto, después de la interpretación, asimismo, se observó una mejora considerable en las características símicas.
Sobre todo, la nueva interpretación del marco estructural permitió encontrar trampas estratigráficas o combinadas; que permitieron identificar nuevas oportunidades con potencial de incorporar reservas en esta área.
Los yacimientos, que en su mayoría se explotan en el sector noreste de la región marina en aguas someras del Golfo de México; corresponden a trampas estructurales o se encuentran asociados a estructuras anticlinales.
Los yacimientos estratigráficos, asimismo, son considerados difíciles de encontrar y son considerados altamente riesgosos; debido a que en México se tiene poco a nula experiencia en la prospección y explotación de este tipo de yacimientos.
Sin embargo, los tiempos que vive México en cuestión de energía lo obligan a afrontar riesgos y retos para incrementar y/o sustituir las reservas probadas.
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Los trabajos permitieron identificar que los principales mecanismos cinemáticos en la estructuración de las trampas estructurales y estratigráficas al noreste de la región marina; los cuales, estuvieron controlados por los eventos chiapaneco y Cascadiano; mediante esfuerzos distensivos y compresivos formando bloques limitados por fallas normales asociados a la apertura del Golfo de México.
El emplazamiento, en tanto, de la sal sobre la base de los bloques jurásicos provocó movimiento rotacional de los bloques dando paso a procesos sin-sedimentarios.
La importancia del Jurásico Superior en la sonda de Campeche se concentra en las arenas siliciclasticas del Oxfordiano y carbonatadas en forma de bancos oolíticos de Kimmeridgiano; además, se depositaron en rampas con inclinaciones promedio de +/-1° de inclinación las cuales fueron controladas por regímenes hidrodinámicos de alta y baja energía.
A su vez, se documentó la similitud entre las firmas sísmicas del JSO entre las áreas Ixtoc-Kambesah y Ek-Balam; infiriendo que el depósito de grandes extensiones de sedimentos terrígenos y siliciclasticos fue en forma paralela, uniforme y sin deformación aparente (depósitos isopacos).
De acuerdo a la evolución sin-sedimentaria del bloque Ixtoc, las mejores condiciones hidrodinámicas para depositar sedimentos de texturas gruesas se originaron hacia el alto estructural del bloque; ya que las áreas donde las superficies se acuñan en forma de onlap reunieron las mejores condiciones para el depósito de arenas carbonatadas; identificando de esta manera la relación genética con los depósitos en forma de montículos o bancos carbonatados.
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Asimismo, las características litológicas del JSK sugieren que la parte somera de la rampa interna y rampa externa reúnen las condiciones necesarias para el depósito de arenas calcáreas;.
La primera, en tanto, controla principalmente los regímenes hidrodinámicos y la segunda dominada por fallas de crecimiento originando el basculamiento de los bloques.
Los procesos sin-sedimentarios en el área Ixtoc-Kambesah debido al basculamiento de los bloques fueron sincrónicos entre la deformación y la velocidad de sedimentación; generando de alguna manera los espacios de acomodo y los tirantes de agua necesarios para formar pequeñas plataformas carbonatadas discretas y aisladas entre los bloques Ixtoc y Kambesah.
La interpretación de las plataformas carbonatadas se hizo a partir de la posible base de carbonatos; los cuales están suprayaciendo posiblemente a sedimentos arcillosos que no representan amplitud y continuidad en la sísmica.
En la interpretación sísmica se aplanó el JSK para evidenciar las condiciones y morfologías sedimentarias de los bancos oolíticos; observándose formas monticuladas cercanas a las fallas del alto estructural.
En las plataformas carbonatadas las superficies onlapadas evidencian las diferentes etapas sedimentarias durante el basculamiento de los bloques.
Asimismo, se propone conceptualmente la división de las facies del JSK en los bloques del área Ixtoc-Kambesah en los siguientes; Banco oolítico; Banco medio, Banco distal, submarea somera y submarea profunda.
Los ingenieros Gabriel Hernández Díaz, Luis Juárez Aguilar, Cecilia Acevedo Rodríguez y Jaime Javier Ríos López presentaron el trabajo en la reciente edición del Congreso Mexicano del Petróleo (CMP).