Omar Reyes, CFO, Energía Naviera: Disciplina financiera, flota estratégica y sostenibilidad operativa
Desde su entrada al mercado, Energía Naviera ha seguido una estrategia de expansión selectiva apalancada en activos de última generación y una lectura precisa de las necesidades del cliente.
Flota integral para cubrir el ciclo completo
Omar Reyes, CFO de la compañía, sintetiza la trayectoria: “Hemos estado presentes desde 2014, incrementando cada vez nuestra flota”. La empresa opera hoy cinco activos: dos OSV multipropósito —Bamba y Tehuana—, dos PSV de gran porte —Peregrina y Saguaro— y la plataforma de perforación Sandunga. El CFO enfatiza la lógica industrial detrás del portafolio: “Tenemos también la plataforma de perforación”, lo que permite “entender perfectamente las necesidades de nuestros clientes”, porque la compañía vive “exactamente lo mismo” que las plataformas a las que da servicio.
La reciente adquisición de los dos PSV fue decisiva. Reyes explica: “Adquirimos dos PSV de 1,000 m² de cubierta disponible; son los más grandes del mercado: Peregrina y Saguaro”. Estos buques están diseñados “100% para el suministro de materiales a gran volumen” hacia plataformas de perforación, reforzando la propuesta de valor en operaciones con IOCs en México.
Utilización plena y mantenimiento predictivo
Energía Naviera reporta un índice de utilización del 100% a lo largo del año, por encima de un promedio global referido en 86%. La clave es la disciplina de mantenimiento y la gestión de activos basada en datos. Omar Reyes detalla: “Trabajamos corrido día a día, porque constantemente damos mantenimiento preventivo”. Añade que, aunque los contratos permiten una parada mensual, la práctica operativa interna y los sistemas implantados reducen la necesidad de inmovilizar embarcaciones. Este enfoque integra logística, operación y finanzas para sostener disponibilidad y confiabilidad, atributos críticos para la planeación de producción de los clientes.
Ciclos de mercado y resiliencia financiera
El CFO no elude el telón de fondo macro: shocks de oferta y demanda desde 2015, COVID-19 y un entorno actual de menor consumo global, proteccionismo y mayor peso del gas natural. Su diagnóstico es directo: “El precio del petróleo está en niveles de 60 dólares y las previsiones dicen que así va a estar los próximos años”. En ese escenario, la competitividad por región es dispar: “Estados Unidos tiene un costo alrededor de 50 dólares; México tiene 27 y Arabia Saudita 5”.
La implicación: parte de la producción global queda al filo de la rentabilidad. Frente a esa volatilidad, la estrategia ha sido resistencia y selección de riesgos: “Esto es un negocio cíclico, de resistencia; vamos quedando menos navieros”. La consolidación del sector, junto con menor construcción de nuevos barcos tras las crisis, modera la caída de tarifas por el lado de la oferta. Aun así, la compañía reconoce el ajuste: “Nuestros retornos de inversión se mantienen en buenos niveles, no como los teníamos derivado de estas crisis”. El movimiento táctico de ampliar flota ya muestra efectos: “Nos ha ayudado a mantener una utilidad aceptable para este año y… el próximo año vemos que todos nuestros barcos van a estar operando al 100% y va a ser un mucho mejor año”.
Capital humano, automatización y estándares internacionales
La eficiencia de tripulación —25 a 26 marinos por nave— descansa en automatización a bordo y en una cultura de formación continua. La transición hacia trabajar con IOCs elevó el listón en seguridad, ambiente y cumplimiento: “Tuvimos que tener nuevas certificaciones, tanto en los barcos como en el personal las exigencias propiamente de nuestros clientes nos han ayudado para poder mejorar en ese sentido”. Este upskilling organiza a la compañía en prácticas compatibles con marcos internacionales y cierra brechas históricas de requerimientos que no siempre existían en contratos locales.
Eficiencia energética y huella ambiental
Los nuevos PSV operan con propulsión diésel-eléctrica, un cambio con efectos directos en consumo y emisiones. En puerto, las embarcaciones utilizan energía eléctrica, minimizando emisiones en zonas cercanas a población; en navegación, el perfil de misión de los PSV —tránsitos puerto–plataforma— demanda más potencia. En manejo de residuos, la política es preventiva y trazable: “Siempre muy responsables del medio ambiente; los residuos se mandan a tierra a un confinamiento autorizado”. La integración entre optimización operativa y mantenimiento de maquinaria mejora la combustión y, con ello, la huella de carbono: “Los tenemos en los mínimos aceptables para el tipo de barco y activos que manejamos”.
Crecimiento con disciplina
“Nuestro siguiente paso es ofrecer servicios, operar o administrar otras embarcaciones que nuestros clientes nos solicitan” y evaluar nuevas compras “ya más en el largo plazo” tras capturar el retorno de la inversión actual. Energía Naviera combina tres pilares: una flota diseñada para servir el corazón del upstream, una gestión integral de activos y riesgo financiero para sostener disponibilidad, y una agenda técnica-ambiental acorde con estándares globales. En palabras de su CFO, el objetivo es entregar “un activo completamente confiable que no pare” para que el cliente “pueda planear bien su producción sabiendo que va a contar con un activo muy confiable”.
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