La compañía italiana Eni anunció la firma de un acuerdo de compra de energía por más de mil millones de dólares con Commonwealth Fusion Systems (CFS), firma estadounidense especializada en el desarrollo de energía de fusión nuclear. El convenio representa un paso decisivo en los esfuerzos por llevar esta tecnología al uso comercial durante la próxima década.
CFS, surgida del Plasma Science and Fusion Center del MIT, desarrolla su primera planta de energía de fusión en el condado de Chesterfield, Virginia, con capacidad proyectada de 400 MW. Se espera que esta instalación, conocida como planta ARC, se conecte a la red eléctrica a principios de la década de 2030.
De acuerdo con el contrato, Eni adquirirá parte de la energía producida por esta planta pionera de confinamiento magnético, consolidando así su papel como socio estratégico de CFS. “El acuerdo con Eni demuestra el valor de la energía de fusión en la red. Es un gran voto de confianza que un líder energético global se comprometa a adquirir nuestra energía”, afirmó Bob Mumgaard, cofundador y director ejecutivo de CFS.
La fusión nuclear ha sido considerada durante décadas como la “energía del futuro” por su promesa de producir electricidad sin emisiones y sin residuos de larga vida. No obstante, los retos técnicos y financieros han retrasado su viabilidad comercial.
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El acuerdo con Eni es el segundo contrato de compra de energía que CFS asegura en tres meses. En junio, la empresa firmó un compromiso con Google para adquirir 200 MW de energía limpia de la misma planta. Además, en agosto, CFS recaudó 863 millones de dólares en una ronda de inversión Serie B2, con el objetivo de completar la máquina de demostración SPARC y avanzar en la construcción de su planta a escala comercial.
