Irak y la petrolera británica BP concretaron un acuerdo de 25,000 millones de dólares destinado a reurbanizar y modernizar los campos petrolíferos de Kirkuk, una de las regiones energéticas más estratégicas del país.
El convenio, ratificado por el gobierno federal iraquí, marca uno de los compromisos de inversión extranjera más ambiciosos en la infraestructura petrolera iraquí en la última década.
Ingenieros de BP ya han iniciado las evaluaciones técnicas preliminares en cuatro yacimientos clave de la zona, incluyendo los domos de Baba y Avanah. Además de los campos de Bai Hassan, Jambur y Khabbaz, actualmente operados por la estatal North Oil Company (NOC).
El objetivo de esta fase inicial es diseñar un plan de desarrollo a largo plazo que permita incrementar la eficiencia y productividad en la extracción de crudo y gas natural.
Según BP, la primera etapa del proyecto contempla la producción de más de 3,000 millones de barriles equivalentes de petróleo. Con una perspectiva a futuro que podría alcanzar hasta 20.000 millones de barriles en recursos potenciales.
La modernización incluirá la rehabilitación de instalaciones energéticas, de petróleo, gas y agua, así como inversiones en exploración, que refuerzan el carácter integral del acuerdo.
Actualmente, la producción en Kirkuk oscila entre 285,000 y 330,000 barriles diarios (bpd), destinados en gran parte al consumo interno. Con la entrada en vigor del plan con BP, se espera que el volumen aumente entre 50.000 y 100.000 bpd en los próximos años. Fortaleciendo la capacidad de Irak de consolidarse como uno de los mayores productores de crudo en el mundo.
El ministro de Petróleo iraquí destacó que esta alianza es clave para alcanzar la meta nacional de elevar la capacidad de producción a más de 6 millones de bpd para 2029, frente a los 4.5 millones de bpd actuales.
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Murray Auchincloss, director ejecutivo de BP, subrayó que la inversión está alineada con su estrategia global para reforzar su portafolio de exploración y producción.
“Esta es una oportunidad enorme que nos permitirá crecer en upstream mientras apoyamos a Irak en su camino hacia una mayor seguridad energética”, afirmó.
Con este acuerdo, Kirkuk se reafirma como un pilar energético regional y un punto neurálgico en la estrategia iraquí para diversificar su economía y ampliar su papel en el mercado global de hidrocarburos.
