El nuevo vehículo de inversión por 250 mil millones de pesos, anunciado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) el pasado 5 de agosto para financiar proyectos estratégicos de Petróleos Mexicanos (Pemex), requerirá fuentes adicionales de financiamiento y una ejecución oportuna para alcanzar sus objetivos de elevar la producción de petróleo, advirtió la agencia calificadora Moody’s.
La firma señaló que, si bien el mecanismo podría dar un respiro financiero a la petrolera estatal, su éxito dependerá de la capacidad de Pemex para traducir la inyección de recursos en una producción sostenida y rentable.
“El reto no es únicamente conseguir el capital inicial, sino garantizar que se canalice con eficiencia hacia proyectos que realmente incrementen los volúmenes de extracción. Y fortalezcan la posición financiera de la empresa”, indicó Moody’s en un reporte.
De acuerdo con el esquema anunciado, el vehículo permitirá financiar proyectos prioritarios. Incluyendo exploración, desarrollo de campos y modernización de infraestructura.
Sin embargo, la calificadora subrayó que la magnitud de las necesidades de capital de Pemex —sumadas a su elevada carga fiscal y de deuda— implican que el monto inicial podría resultar insuficiente si no se complementa con otras fuentes, como financiamiento privado o asociaciones estratégicas.
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Moody’s recordó que Pemex enfrenta un entorno de alta presión, con una producción que ha mostrado estancamiento en los últimos años. Y un perfil financiero limitado por su endeudamiento, que supera los 100 mil millones de dólares.
La agencia enfatizó que el éxito del vehículo no solo dependerá de los recursos, sino también de una planeación rigurosa, ejecución eficiente y transparencia en el uso de los fondos.
“Una ejecución lenta o ineficaz podría diluir el impacto esperado, retrasar los beneficios y aumentar la vulnerabilidad financiera de Pemex”, advirtió la calificadora.