Mujeres en la Industria

Teresa Septién, Vicepresidenta de Recursos Humanos de Vallen

Teresa Septién, Vicepresidenta de Recursos Humanos de Vallen

Vallen | La transformación de la industria en México no solo se mide en innovaciones tecnológicas, expansión comercial o proyectos energéticos de gran escala, sino también en la manera en que las empresas evolucionan hacia culturas organizacionales más inclusivas y equitativas.

 

Con casi 13 años de trayectoria en Vallen, Teresa Septién ofrece una perspectiva sólida sobre cómo la diversidad impulsa el crecimiento y la competitividad en entornos altamente especializados.

 

A lo largo de su formación académica y profesional, Tere ha transitado por dos grandes industrias: primero en el giro energético, colaborando con empresas termoeléctricas, y posteriormente, en la gestión de talento dentro del sector de distribución y servicios con Vallen.

 

“Inicié en puestos más administrativos y después, al cabo de un año y medio, entré a la parte de recursos humanos. Ahí hice toda mi formación y mi carrera hasta la fecha”, comparte. Este tránsito profesional le ha permitido desarrollar una visión integral: entiende las necesidades operativas, el contexto de negocios y, sobre todo, la importancia de crear entornos de trabajo que fomenten la colaboración y la innovación.

 

El valor de la diversidad en la industria

 

La presencia de mujeres en posiciones directivas es un factor clave para la evolución de la industria. Tere sostiene que la diversidad, lejos de ser un simple objetivo de “equidad de género”, es una palanca para el éxito organizacional. “El empoderamiento de la mujer en el ámbito profesional es esencial. Las mujeres brindamos una perspectiva diferente, única; tenemos atención al detalle y habilidades que, en conjunto con las de los hombres, generan sinergia en los equipos”, explica.

 

El avance de las mujeres hacia puestos directivos supone cambios en la cultura organizacional. Tere recuerda que en décadas pasadas las oportunidades para mujeres en áreas de ingeniería, energía o producción eran sumamente limitadas. No obstante, hoy observa con optimismo cómo las empresas y la sociedad han evolucionado. “Las mujeres tienen la capacidad de ocupar puestos relevantes dentro de las organizaciones, de tomar decisiones y estar en la parte estratégica. Hemos venido viendo cada vez más posiciones de liderazgo ocupadas por mujeres”, comenta.

 

Vallen no ha sido la excepción, implementando políticas concretas para impulsar el crecimiento del talento femenino. Para Tere, la clave no radica en cumplir una cuota de género, sino en asegurar que los procesos de selección y promoción estén basados en competencias y habilidades, libres de sesgos inconscientes.

 

Más allá de la capacitación, la empresa cuenta con un Comité de Diversidad e Inclusión, integrado por colaboradores que, de manera voluntaria, organizan foros, talleres, capacitaciones y semanas de sensibilización para reforzar estos valores. “Lo que buscamos es que no se quede solo en el papel; queremos que se convierta en un hábito diario, en parte de nuestra cultura, que dé forma a nuestras prácticas y a la manera en que hacemos negocios”, subraya Teresa.

 

Los desafíos pendientes y el rol de la educación

 

Aunque se han dado pasos importantes para cerrar la brecha de género, persisten retos en materia educativa y cultural. Teresa destaca que la formación desde la niñez resulta fundamental para derribar estereotipos arraigados y mostrar a las nuevas generaciones que las profesiones técnicas, la innovación y el liderazgo no tienen género. “Creo que debemos empezar con los niños desde edades tempranas, inculcarles que todos tenemos las mismas oportunidades ahí afuera y, sobre todo, dar el ejemplo como padres, como líderes y como sociedad”, añade.

 

Desde su visión de Recursos Humanos, Tere recomienda poner el foco en metas claras, la formación continua y la búsqueda de redes de apoyo. “Las oportunidades ahí están; es cuestión de tener bien claro cuáles son nuestras prioridades y luchar diariamente por alcanzarlas. Siempre he dicho que el techo nos lo ponemos nosotros mismos; esas barreras podemos brincarlas si tenemos perseverancia y claridad en lo que queremos”, enfatiza.

 

Agrega que la disposición a cambiar y a asumir riesgos es esencial para crecer en un mercado que no se detiene. “A mí me tocó pasar de un giro de producción a uno de distribución y servicios. Parecería que Recursos Humanos es lo mismo, pero en realidad aprendes del giro, de los clientes, de los proveedores y de las demandas internas del talento en cada organización. Uno nunca deja de aprender”, confiesa. La adaptabilidad, unida a la disciplina y el trabajo en equipo, marca la diferencia.

 

Un llamado a la acción para la industria

 

“Queremos un ambiente en el que tanto hombres como mujeres se sientan seguros de trabajar, de aportar, de levantar la mano y de demostrar el potencial que tienen dentro de la organización”, subraya. Y es esta perspectiva la que impulsa a Vallen y a otras empresas del sector a seguir promoviendo la equidad. No se trata solo de principios éticos, sino de reconocer que la competitividad industrial del presente y el futuro depende de equipos plurales que brinden soluciones creativas y eficientes.

 

Lee la entrevista completa aquí: Teresa Septién, Vicepresidenta de Recursos Humanos de Vallen

 

 

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