La industria global vive un momento de transformación acelerada. Automatización, digitalización y sustentabilidad se han vuelto conceptos clave para asegurar la competitividad en el mediano y largo plazo. En este sentido, Schneider Electric ha demostrado que el liderazgo femenino puede ser un catalizador que impulse de forma decisiva la adopción de tecnologías de vanguardia y prácticas de negocio más inclusivas.
Caroline Hoarau, Industrial and Process Automation México & Central America de Schneider Electric, comparte con Energy & Commerce su experiencia de más de dieciséis años en el sector y resalta una visión en la que la diversidad se traduce en beneficios tangibles para las empresas y para la sociedad.
Alta especialización y enfoque internacional
Caroline Hoarau encabeza hoy la división de Automatización Industrial en Schneider Electric para México y Centroamérica. Su rol consiste en dirigir las operaciones comerciales de una unidad enfocada en “productos, soluciones y servicios orientados a la aplicación de tecnología avanzada en procesos industriales de manufactura”.
Desde que inició su relación laboral con Schneider Electric en 2010, Caroline ha ocupado diversos puestos, tanto técnicos como gerenciales. Este recorrido le brinda una visión integral de la cadena de valor industrial, donde los procesos de manufactura están cada vez más mediados por la automatización y el uso de datos en tiempo real.
El empoderamiento femenino y la confianza como base del éxito
La industria aún presenta brechas de género considerables en muchas partes del mundo. Sin embargo, Caroline subraya la importancia de que más mujeres encuentren espacios para liderar y desarrollarse profesionalmente en sectores tan competitivos como el de la energía y la automatización. “En el ámbito profesional, es esencial que una mujer se empodere a sí misma y proyecte confianza”, señala. El mensaje es claro: la mujer debe tener conciencia de sus propias capacidades, definir con claridad sus metas y avanzar con pasos firmes.
Para Caroline, este empoderamiento no solo fortalece la carrera individual de cada profesionista, sino que también aporta valor a las organizaciones. Al diversificar los puntos de vista y las experiencias dentro de los equipos, se fomenta la creatividad y la capacidad de innovación. Desde su perspectiva, las mujeres no solo buscan “hacer las cosas”, sino que tienen un especial interés en “hacerlas bien”, lo que en términos de calidad y compromiso puede influir de manera positiva en los resultados de negocio.
Rompiendo barreras
Caroline Hoarau enfatiza que “está demostrado que el liderazgo de la mujer tiene un impacto directo en la salud financiera de las empresas”. La clave radica en lograr un equilibrio entre visiones: “Este liderazgo femenino es sumamente importante siempre y cuando esté bien balanceado con el liderazgo masculino para que las empresas saquen lo mejor de las dos formas de pensar y actuar”. La diversidad no se reduce a cumplir una cuota de género, sino que implica construir equipos multidisciplinarios que unan perspectivas complementarias.
La propia Caroline reconoce que, si bien en Schneider Electric “el gap de género se está cerrando de forma acelerada, el mundo industrial con el cual interactuamos va a un paso más lento”. Ese contexto plantea retos, pero también oportunidades de cambio. Cada vez que presenta a su equipo en reuniones de trabajo, observa un efecto catalizador en los clientes y socios. “Al visitar a nuestros socios y clientes, presentar un equipo más balanceado con mujeres nos ha permitido detonar a que esas mismas empresas también empiecen a reflexionar sobre el hecho de integrar a más mujeres en sus equipos”, detalla.
De esta forma, Schneider Electric busca ser ejemplo de diversidad y abrir la conversación sobre la importancia de la inclusión para mejorar no solo los procesos internos de las compañías, sino también la forma en que se relacionan con sus proveedores, colaboradores y comunidades.
Educación igualitaria y desarrollo de talentos
La inclusión de más mujeres en áreas tecnológicas y de ingeniería no se logrará de forma espontánea. Para Caroline, la clave está en la educación. “Es imprescindible que la educación tanto en la escuela como en las casas de las niñas y niños sea basada en un concepto igualitario”, comenta. Romper con estereotipos culturales, fomentar la confianza y el respeto mutuo, así como dejar de asociar tareas u oficios a un género, son pasos esenciales para cerrar la brecha en el largo plazo.
En Schneider Electric, este compromiso se hace tangible a través de iniciativas concretas. La compañía realiza mediciones constantes sobre la presencia de mujeres en todos los niveles, desde operadoras hasta puestos de liderazgo. Además, impulsa programas de becas para niñas en condición de pobreza que desean cursar carreras en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM). Otro ejemplo son los cursos de capacitación para mujeres electricistas, pensados para otorgarles las competencias técnicas necesarias y facilitar su inserción en el mercado laboral.
