La evolución regulatoria del mercado gasolinero en México ha experimentado transformaciones significativas desde la reforma energética de 2013, que abrió el sector a la competencia privada. A una década de esta apertura, el mercado muestra un dinamismo notable, aunque enfrenta desafíos complejos en términos de regulación y competencia.
Crecimiento y Diversificación del Mercado
Desde la liberalización, el número de estaciones de servicio ha aumentado considerablemente. Según datos de la Comisión Reguladora de Energía (CRE), hasta agosto de 2024, México cuenta con casi 14 mil estaciones de servicio operativas. Este crecimiento ha venido acompañado de una diversificación de marcas; actualmente, más de 50 diferentes operan en el país, incluyendo internacionales como BP, Shell, TotalEnergies y Repsol. Sin embargo, Pemex sigue siendo el proveedor dominante, suministrando aproximadamente el 80% de las gasolinas y diésel comercializados en México.
Complejidad Regulatoria
La apertura del mercado incrementó la complejidad regulatoria. Los empresarios gasolineros deben cumplir con más de 90 normas, que abarcan aspectos técnicos, ambientales y de seguridad. Entre los permisos esenciales se encuentran el de Distribución y Comercialización de Petrolíferos, otorgado por la CRE, y la Manifestación de Impacto Ambiental, exigida por la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA). Esta multiplicidad de trámites ha alargado los tiempos de apertura de nuevas estaciones y generado costos adicionales para los operadores.
Desafíos en la Competencia y Abasto
A pesar de la entrada de nuevas marcas, la competencia efectiva se ve limitada por la dependencia de Pemex como principal proveedor. Además, la oferta de combustible enfrenta restricciones debido a la infraestructura existente y a políticas gubernamentales que buscan fortalecer a la empresa estatal. Este panorama ha llevado a que, en estados como Guerrero, solo el 5% de las estaciones operen bajo una marca distinta a Pemex.
Perspectivas Futuras
El sector gasolinero mexicano se encuentra en una fase de consolidación. Se espera que las cadenas ganadoras a nivel nacional o regional sean aquellas que se enfoquen en nichos redituables o que establezcan modelos de negocio creativos y flexibles. Los retos incluyen la necesidad de inversiones en infraestructura, la adaptación a regulaciones cambiantes y la preparación para una eventual transición energética hacia fuentes más limpias.
La evolución regulatoria del mercado gasolinero en México ha propiciado un crecimiento y diversificación notables. No obstante, la complejidad normativa y la dependencia de Pemex como proveedor principal plantean desafíos significativos para lograr una competencia efectiva y un abasto eficiente. El futuro del sector dependerá de la capacidad de los actores para adaptarse a un entorno regulatorio dinámico y a las demandas de un mercado en constante transformación.
El sector gasolinero mexicano se encuentra en una fase de consolidación. Los retos incluyen la necesidad de inversiones en infraestructura, la adaptación a regulaciones cambiantes y la preparación para una eventual transición energética hacia fuentes más limpias.