México en la encrucijada climática: Entre el compromiso y la realidad: Por Alonso Elí de Llanes.
La COP29, que tendrá lugar este mes de noviembre de 2024 en Bakú, Azerbaiyán, será una prueba de fuego para los compromisos climáticos internacionales, y México no es la excepción. Si bien nuestro país ha firmado acuerdos y mostrado buena voluntad en los foros internacionales, la realidad es que estamos muy lejos de cumplir con lo que el mundo y la emergencia climática demandan.
México ha presentado Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDCs) que, en el papel, parecen alinearse con los objetivos del Acuerdo de París. Sin embargo, la implementación es otra historia. Las políticas públicas carecen de continuidad, los programas carecen de financiamiento suficiente, y la corrupción sigue siendo un obstáculo en la ejecución de proyectos ambientales. A pesar de ser uno de los países más vulnerables a los efectos del cambio climático, nuestras acciones siguen siendo tímidas e insuficientes.
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El tema del financiamiento climático será crucial en la COP29. Los países desarrollados siguen fallando en cumplir con sus promesas de apoyar económicamente a las naciones en desarrollo, como México, para enfrentar los efectos del cambio climático. Pero también es cierto que México no ha priorizado este tema en su agenda interna. La falta de una estrategia sólida para atraer financiamiento y la dependencia de los combustibles fósiles nos deja en una posición débil en las negociaciones.
Es hora de que México deje de presentarse como víctima en estos foros y asuma su responsabilidad como uno de los principales emisores en América Latina. En la COP29, nuestro país tiene la oportunidad de ser un verdadero líder en la acción climática, pero para ello necesita más que discursos vacíos: requiere voluntad política, transparencia y una estrategia realista y ambiciosa.
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