Saudi Aramco, la mayor petrolera del mundo, experimentó una caída de 19% en sus ganancias correspondientes al primer trimestre del año; sin embargo, sus resultados se ubicaron por encima de las previsiones del mercado.
La petrolera árabe reportó ganancias netas de 31,900 millones de dólares en los primeros tres meses de 2023, por encima de las previsiones de 30,500 millones de dólares. En el mismo periodo de año pasado, la petrolera obtuvo una ganancia de 39,500 millones de dólares.
El descenso está justificado, en gran medida, por la caída en el precio del crudo, una variable esencial en la evolución de su cuenta de resultados. En todo 2022, Aramco ganó 161,100 millones de dólares.
Pese al ajuste del precio del crudo Brent, que en un año pasó de 130 a 75 dólares, la petrolera se ve bien posicionada para afrontar futuras fluctuaciones. Por un doble motivo: porque tiene uno de los menores costes de extracción de crudo del subsuelo; y por la integración de sus operaciones de refino y comercialización, que le permiten cosechar unas ganancias mayores que otras compañías del sector.
Te puede interesar: Aramco rompe todos los récords con una utilidad de 161,100 mdd
Como resultado, Aramco pagará un dividendo en efectivo de 19,500 millones de dólares con cargo a este trimestre.
“Los resultados reflejan la alta fiabilidad de Aramco, nuestro enfoque en los costes y nuestra capacidad para reaccionar a las condiciones del mercado. A medida que generamos fuertes flujos de efectivo y fortalecemos aún más el balance”, destacó Amin H. Nasser, presidente de Aramco.
Reafirmó su compromiso de maximizar el valor de sus accionistas a largo plazo, incluyendo la introducción de un mecanismo para dividendos vinculados a resultados.
“Estamos avanzando con nuestra expansión de capacidad, y nuestra perspectiva a largo plazo permanece sin cambios. Creemos que el petróleo y el gas seguirán siendo componentes críticos de la combinación energética mundial en el futuro previsible”, agregó.