Schneider Electric, líder global en la transformación digital de la gestión y automatización de la energía, destaca cómo se puede implementar una estrategia efectiva de ciberseguridad para estar protegidos a toda hora contra cualquier malware.
Con el uso cada vez mayor de tecnologías digitales como la nube, la tecnología móvil, el internet de las cosas (IoT) y la inteligencia artificial, el mundo está más conectado que nunca. Sin embargo, además de nuevas oportunidades emergentes gracias a la transformación digital, se presentan nuevos desafíos. La propia conectividad coloca a las empresas en el blanco de un potencial ciberataque aumentando la vulnerabilidad.
Igualmente, las amenazas cibernéticas y los incidentes son un importante riesgo operativo y comercial para cualquier empresa que haga uso de nuevas tecnologías. En la digitalización, es fundamental diseñar e implementar una estrategia que permita ver, reducir y responder a amenazas y riesgos cibernéticos. Es la única manera de blindar las operaciones para alcanzar las metas de cada compañía.
Para estar siempre protegidos, llevar a cabo una estrategia de ciberseguridad bien estructurada nos ayuda a identificar y mitigar riesgos por medio de buenas prácticas.
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El éxito de esta estrategia descansa en tres pilares esenciales:
Personas: una ciberprotección sólida requiere personal capacitado y consciente. En muchos casos, los colaboradores son la primera y última línea de defensa. Un elemento crucial de esta área es la creación y comunicación de una cultura de seguridad y capacitación continua que abarque toda la empresa.
Procesos: para identificar y eliminar los riesgos cibernéticos, se necesita establecer y apegarse a procesos, prácticas y políticas efectivas. Las empresas deben comenzar con evaluaciones de riesgos, amenazas regulares y análisis de brechas.
Tecnología: la ciberseguridad debe ser tan sólida como la tecnología implementada para administrar y controlar las operaciones. Este aspecto busca proteger lo que la empresa desarrolla e implementa. Además de garantizar la seguridad de la tecnología que proviene de los proveedores de la cadena de suministro.
Logrando entrelazar sólidamente estos tres aspectos, se pueden implementar acciones que sean efectivas para cualquier empresa de diferentes ramos.
Actualmente, se tiene la errada idea de que los ataques cibernéticos están dirigidos a compañías de tecnología; no obstante, ningún sector está exento de sufrir un ataque sino se cuenta con un sistema de ciberseguridad que proteja sus operaciones.
