En Cuba continúan habiendo apagones, una situación que se ha prolongado durante varias semanas y va en aumento. Estas eventualidades son consecuencia de la dependencia que existe por parte de la Isla a los combustibles fósiles. También debemos incluir el bloqueo y la crisis económica que ha azotado la nación.
El origen del problema en Cuba
Uno de los peores apagones alcanzo un déficit en el suministro del 31% durante las últimas semanas. Los cortes continúan dándose de forma diaria, con una duración de horas y cada vez por más tiempo cuando se alcanza el pico de consumo.
La compañía de energía estatal explica que la falta de capacidad para proveer energía proviene de los generadores. Nueve de ellos, que se encuentran en centrales termoeléctricas, sufren averías y están en mantenimiento.
El Gobierno del país explica que los problemas con este déficit eléctrico se deben mayormente a roturas por falta de mantenimiento. Otro problema son las piezas de repuesto y la falta de presupuesto para reponerlas. Todo lo anterior ha surgido como consecuencia de la antigüedad de los complejos, que en muchos casos llegan a superar el límite recomendable.
Durante el mes de julio, la Habana tuvo un total de 29 días presentando apagones. La capital del país no había mostrado datos tan alarmantes como estos previamente, lo cual nos da una idea de la magnitud del problema.
Las afectaciones se ven reflejadas en todos los sectores económicos del país, ya que hay lugares donde la luz se ha ido por hasta 10 horas al día.
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Las familias pasan por momentos difíciles al estar perdiendo sus alimentos por la falta de refrigeración. «Tienes que hacer todo lo que puedes cuando tienes electricidad. Hay que adelantar, sobre todo en hacer la comida. Y si necesito usar la lavadora, hacerlo antes de que llegue el corte», describió a la agencia EFE Belkis, residente de la ciudad de Cárdenas (al occidente).
