Congresistas de Estados Unidos enviaron una carta al Secretario de Estado, Antony Blinken, y a la Secretaria de Energía, Jennifer Granhol. En la misiva, los legisladores piden al Presidente Joe Biden y a los funcionarios que se ponga sobre la mesa de discusión la preocupación de los estadounidenses frente a la Reforma Eléctrica propuesta por el mandatario mexicano Andrés Manuel López Obrador.
Igualmente, los congresistas externaron su preocupación sobre el rumbo de la política energética mexicana y, lo que denominan, una “perjudicial agenda de combustibles fósiles” de México.
La carta se presenta a unas horas de la reunión de Jennifer Granhol con Rocío Nahle, titular de la Secretaría de Energía de México
Los congresistas Robert Mendez, Brian Schatz, Jeff Merkley y Tim Kaine, recomiendan a Granholm hacer de estos temas, un punto prioritario de discusión durante su visita a México.
De acuerdo con los senadores, la aprobación de una Reforma Eléctrica significaría la “antítesis de la relación económica históricamente sólida entre Estados Unidos y México”.
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“La información pública indica que el presidente López Obrador interpreta el relativo silencio público de la administración Biden sobre este tema; como indiferencia o aprobación tácita de la decisión de su gobierno sobre priorizar el desarrollo de fuentes fósiles; por encima de la energía renovable”, dice la misiva, con fecha del martes 18 de enero y firmada por cuatro senadores del Partido Demócrata.
Asimismo, los congresistas piden una actualización sobre las acciones que la administración de Biden está tomando sobre el tratado comercial con México y Canadá. Los legisladores piden defender el tratado comercial y contrarrestar la postura alcista y nacionalista del presidente López Obrador hacia el sector energético mexicano.
Anteriormente, congresistas estadounidense han enviado distintas cartas al gobierno del presidente Biden para mostrar su preocupación. Igualmente, piden que éste se pronuncie públicamente sobre los cambios legales en la política mexicana; sin embargo, hasta ahora la presidencia estadounidense no ha fijado la reforma al mercado energético mexicano como una de sus prioridades en la agenda bilateral.