La compañía energética Eni obtuvo la aprobación del Ministerio de Medio Ambiente y Seguridad Energética de Italia para iniciar la conversión parcial de su refinería de Sannazzaro de’ Burgondi en una biorrefinería de última generación, proyecto que comenzará operaciones en 2028.
La iniciativa contempla la transformación de la unidad de hidrocraqueo (HDC2) mediante la tecnología patentada Ecofining™ de Eni, junto con la incorporación de una nueva unidad de pretratamiento para procesar materias primas a base de residuos. Con esta modernización, la planta tendrá capacidad para 550 mil toneladas anuales, destinadas a la producción de diésel de aceite vegetal hidrogenado (HVO) y combustible de aviación sostenible (SAF).
El proyecto se apoyará en la infraestructura y logística existente en el complejo, aprovechando las plantas de hidrógeno ya instaladas. Además, la refinería mantendrá sus actividades tradicionales de procesamiento de crudo, lo que garantiza la continuidad de operaciones mientras diversifica la gama de productos hacia alternativas bajas en carbono.
Un aspecto estratégico será el suministro directo de SAF a los aeropuertos del noroeste de Italia, incluyendo Milán Malpensa, gracias a la red de oleoductos y depósitos cercanos. Con ello, Eni busca atender la creciente demanda del sector aéreo europeo, presionado por los mandatos de la Unión Europea para reducir emisiones.
La medida forma parte de la estrategia de transición energética de Enilive, filial de Eni, que prevé duplicar su capacidad de biorrefinación de 1.65 millones de toneladas actuales a más de 3 millones en 2028 y superar los 5 millones en 2030, de los cuales hasta 2 millones corresponderán a SAF.
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Eni ya opera biorrefinerías en Venecia, Gela y Luisiana, mientras avanza en nuevos proyectos en Livorno, Malasia, Corea del Sur y Priolo (Sicilia), consolidando su posición como segundo mayor productor de HVO en Europa.