Las 60 centrales hidroeléctricas de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) se han consolidado como un pilar estratégico del sistema energético mexicano, al combinar la generación de energía limpia y confiable con servicios esenciales como la regulación hídrica, el riego agrícola y el abasto de agua potable para diversas regiones del país.
Durante los primeros seis meses de 2025, estas centrales registraron un incremento de 24% en su generación eléctrica respecto al mismo periodo de 2024, lo que permitió elevar la proporción de energía limpia producida por la CFE del 23.4% al 28.6%. Este desempeño contribuyó a reducir la dependencia de combustibles fósiles, disminuyendo en 7% las emisiones de dióxido de carbono y en 5% la generación eléctrica a partir de carbón.
Actualmente, las hidroeléctricas de la CFE representan una capacidad instalada de 12,143.36 megawatts, equivalente a 12% de la capacidad total de generación del país. A partir de 2021, la empresa emprendió un programa de modernización y rehabilitación que incluyó la incorporación de turbinas, generadores y transformadores de última generación. Gracias a estas acciones, la capacidad de generación se ha incrementado en 535.6 megawatts, con una inversión cercana a mil 553 millones de dólares, además de la actualización continua de equipos y componentes.
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El manejo estratégico de los principales embalses ha permitido alcanzar una de las mayores reservas de energía hidráulica de los últimos 25 años, lo que fortalece la confiabilidad operativa del Sistema Eléctrico Nacional de cara al verano de 2026. En el marco del Plan de Fortalecimiento y Expansión del Sistema Eléctrico Nacional 2025-2030, las labores de modernización continuarán hasta 2028 en 23 unidades generadoras de diversas centrales del país, con la adición de 89.2 megawatts bajo la supervisión de la Coordinación Nacional de Generación Hidroeléctrica.
Además de su alta eficiencia —superior al 90%—, las hidroeléctricas destacan por su flexibilidad operativa, su contribución a la seguridad hídrica y su larga vida útil, diseñada para superar los 50 años de operación. Con inversión estratégica y visión de largo plazo, la CFE reafirma su compromiso de consolidar la energía hidroeléctrica como una base fundamental para el suministro eléctrico y el bienestar nacional.